jueves, 2 de septiembre de 2010

FIRE!!, la crónica (Parte II)

 
Después de un verano caluroso y ante unas vacaciones no anunciadas (os pedimos mil disculpas), volvemos con las pilas cargadas. Y para no perder el hilo de lo que ya os adelantamos hace un mes y que queremos retomar, seguimos con la Muestra de Cine Gay y Lésbico de Barcelona, o como su nombre oficial indica, el FIRE. Nuestro colaborador Jorge Vañó continúa en las próximas líneas con la crónica.
Aunque me faltaron por ver las películas de “Je te mangerais” de Sophie Laloy y “L’homme de sa vie” de Zabou Breitman, que completaban la sección oficial, me gustaría destacar “J’ai tué ma mère”, del joven realizador Xavier Dolan, revelación en el ultimo festival de Cannes. Esta película habla de la tormentosa relación entre un adolescente y su madre, a la que no soporta. Una película no exenta en su narración de chiches modernos, en ocasiones excesivos, que acaban construyendo, sin embargo, una historia conmovedora. Una película histriónica y caprichosa, como su personaje, que es el realizador de la misma. Se trata de un narración irónica, divertida y que en ocasiones logra poner al espectador de los nervios, pero que, sin duda, fue de lo más interesante de la sección oficial.
Poco que decir de los cortometrajes que se proyectaron en el festival y que acompañaban a algunos largometrajes. Su característica, que tenían como protagonistas a los adolescentes y eran fruto de una campaña contra la homofonía, del Ministerio de salud Francés. En este caso, los cortometrajes se quedaron en eso, en mensajes políticamente correctos, victimas de una institucionalización y con historias, desde mi punto de vista, desprovistas de cualquier emoción.
Dejando de un lado la ficción, también hubo un interesante surtido de documentales que abordaron de una manera diferente a la ficción de la realidad gay. Con un lenguaje clásico más propio del reportaje televisivo, “Outrage” (Kirby Dick, 2009), nos presenta, o nos reafirma en algo que todos sabemos, la hipocresía de la derecha política. De actualidad, tanto en Estados Unidos como en España, recordemos el reciente caso de aquel concejal mallorquín que de día defendía la familia y de noche se gastaba el dinero en drogas y compañía masculina. No obstante, este documental no aprovecha para nada el hecho cinematográfico y se convierte en una retahíla de declaraciones y voces en off. Un film militante e ilustrativo, pero poco convincente desde el punto de vista cinematográfico.



Personalmente, me quedo con otros dos documentales, curiosamente, diarios filmados ambos. Hablo de “Fan” (Nienke Eijsink, 2009) y de “Omelette” (Remi Lange, 1997). Tanto en uno, como en otro, la relevancia de la personalidad de sus autores es tan importante como el motivo o la razón que da inicio a su documental. Omelette, que constituye un clásico del cine francés, es un diario filmado en super 8 donde su protagonista pretende grabar a sus familiares en el momento más importante de su vida para él, el día que confiesa su homosexualidad. Filmado en los años 90, en plena psicosis del VIH, el documental va más allá de lo que se esperaba, haciendo partícipes al espectador en todo momento de la evolución y consecuencias del relato. Es una película completa, emocionante y cautivadora.
Fan, es un relato más sencillo y honesto, donde la autora se desnuda emocionalmente, y acaba creando un personaje, el de ella misma, más interesante y emotivo que el de su actriz fetiche. La búsqueda de la actriz amada en la adolescencia, personaje de una popular serie de televisión, que es la excusa que abre el documental, acaba convirtiéndose en eso, una simple excusa. Ya que el film habla de otras cosas que acompañan el viaje de la realizadora, trata también la pasión como generadora de sueños, que es en definitiva lo que hace cualquier realizador.


De esta sección y acabada la muestra, me quedo con las ganas de ver de el documental “Sex Positive” (Daryl Wein, 2008) y la Sección Experimental “Open” (Jake Yuzna, 2009).
Para terminar, comentar lo que para mi fue sin duda, una de las mejores partes del festival: Los largometrajes de Sébastien Lifshitz. No sólo por tener la oportunidad de volver a ver en pantalla grande, la magnifica “Presque Rien”, sino por presentarnos sus dos últimas películas “Wild Side” y “Plein Sud”, ninguna estrenada en circuitos comerciales en España. La primera, es un film donde pasado y presente se mezclan formalmente sin ningún reparo y en el que poco a poco, con mucho cuidado, se construye la difícil relación, a tres, entre un transexual, un chapero y un inmigrante. Una historia de personajes solitarios con la necesidad de ser amados. Personajes rechazados por el sistema, que encuentran fuera de las normas y convenciones de este, la felicidad. La segunda, representa un tipo de narración cuya destreza vemos completada en Plein Sud, para mí la joya del festival. En ella se narra la emotiva road movie de Sam, que viaja en busca de su pasado acompañado por tres polizones; dos hermanos fugados de casa y un autostopista. Una película que no trata de ser resolutiva, pero que construye una historia donde las relaciones y pasados de los diferentes personajes, acaba creando momentos memorables y tremendamente emotivos.








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