domingo, 30 de mayo de 2010

El misterio de la vida: Flashforward, lo que pudo haber sido y no fue.

Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno. Si mal no recuerdo, y a pesar de que mi camino transcurre ligeramente apartado de la biología, estos son los cuatro elementos comunes en todas y cada una de las formas de vida de nuestro mundo. Un cuarteto de ingredientes que juntados y mezclados expresamente de manera artificial nunca devendrán en un organismo vivo. Bueno, más o menos era esto. Es como si fuera necesario una especie de “soplo de vida”, o polvos mágicos procedentes de la varita de la más bella de las hadas madrinas, para que la vida tenga lugar. Lo mismo ocurre con las series de ficción televisiva: podemos juntar los mejores ingredientes, los más adecuados, los que han de conducir al éxito, y lo que obtenemos es un estrepitoso fracaso con su consiguiente cancelación al final de la primera temporada.

Parece ser que algo así ha sucedido con Flashforward, la serie que fue creada para sustituir a LOST como serie de moda y estandarte de la poderosa ABC, y que ha sido cancelada definitivamente con la llegada del temido, y nunca deseado, final de temporada de la ficción en Estados Unidos. Crónica de una muerte anunciada.

Cuando arrancó parecía tenerlo todo, incluso carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno… La idea, la historia, el universo de los “blackouts”, vidas entrelazadas, un interesante punto de partida y un prometedor concepto de narración (que lamentablemente quedó difuminado en el segundo o tercer capítulo), habrían sido ingredientes suficientes para lanzar cualquier producto al estrellato. Pero faltaba el toque mágico que no llegó hasta pasados más de diez capítulos… demasiado tarde.
Si te preguntas cuál de los personajes de Flashforward te gusta más, o con cuál de ellos te identificarías, muy probablemente dirás que ninguno, pero quizás tu respuesta sea Simon Campos… la tuya, la mía y la de todos. Ha sido el personaje de la serie que ha despertado un pequeño aire de interés por ser el único que se ha mantenido activo frente a su conflicto. Ha mentido, ha robado, e incluso ha matado. El resto de protagonistas se han rendido quedando en manos de su destino sin rebelarse para cambiar tan desdichado final. Si bien es cierto, uno de los principios aristotélicos de la narración es que el héroe (protagonista) no puede escapar a su destino; un ejemplo entre miles es el del mito de Edipo, que luchó con todas sus fuerzas para cambiar su tragedia. Removió la narración con sus acciones, todas ellas destinadas a cambiar su futuro. La clave es que no lo consiguió, nunca se consigue, pero luchó. Todo lo contrario sucede con Mark Bendford, que desde mi punto de vista dejó de ser el protagonista incluso antes del toque de atención a los guionistas de la serie.
Nos hemos encontrado ante unos personajes sin fuerzas para empujar una historia realmente prometedora y de la que se podría haber sacado mucho jugo, con pulpa y todo. Tras el famoso parón, y después de una buena, aunque tardía, remontada (no de audiencia), Flashforward ha cerrado sus puertas con un final bastante digno pero con lo que decíamos: nadie escapa a su destino. “Nihil novum sub sole”.

Por su parte, V ha sido la gran beneficiada al haber renovado por una segunda temporada y demostrar que ha sobrevivido a la alargada y vasta sombra de LOST y a las innumerables críticas vertidas a raíz del pequeño caos generado por los parones y las dudas. Otras de las series renovadas por ABC son Grey’s Anatomy, Desperate Housewives o Private Practice. Entre las canceladas, sumadas a Flashforward, encontramos a Romantically Challenged, Scrubs y Better off Ted.
Ahora sólo nos queda decir adiós a las series que corresponda, y hasta luego a las restantes, y desear que el desfile de reposiciones y pilotos de los meses de verano, lejos de atrofiarnos el sentido del gusto y apagar nuestra sed de historias, nos proporcione deseo e ilusión para amenizar la espera de la nueva, y todavía lejana, “reentré” del mes de septiembre. Bienvenidos al letargo veraniego de la ficción.

1 comentario:

  1. Final un poco chapucero el del otro día, ¿no? ¿Qué creéis? Sin SPOILERS pero para acabar así... no hacía falta haber empezado...

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