Hace pocos días, la actriz
Emma Watson sorprendió a todos con su intervención en la sede de las
Naciones Unidas. Chapó por ella y por su discurso feminista ‘He for She’. Puso
en boca de todos algo que no tendría siquiera que ser un tema a tratar: la
igualdad entre hombres y mujeres. Y digo que no tendría que ser un tema porque es obvio que la igualdad debería ser un hecho y no un algo extraordinario.
El acceso de la mujer al poder es algo que se le ha resistido durante mucho
tiempo pero afortunadamente, desde hace unos años todo está cambiando. La
televisión (por su carácter comunitario y accesible) ha influido notablemente
en la percepción que socialmente se tiene de la género femenino. Aprovechando
la repercusión del discurso de Watson, vamos a hacer un repaso por algunos de
los personajes femeninos televisivos que podemos encontrar en la actualidad y
cómo han trascendido en esa gran tarea que ha sido abrirse paso en un mundo de
hombres.
Algunos de los más notables
personajes femeninos en la televisión actual nos los ha dado la todopoderosa Shonda Rhymes. Ella en si misma es todo un ejemplo de femenismo a seguir y sabe retratar muy bien su visión femenina en todos sus shows. La revista Fortune publicó hace casi un año una
lista de los 25 personajes femeninos más poderosos de la televisión norteamericana.
Entre ellos, encontrábamos a dos de los creados por Shondaland: Cristina Yang (Grey’s Anatomy) y Olivia Pope (Scandal). Y no cabe duda que en la lista de este
2014 no puede faltar la abogada penalista interpretada por Viola Davis en How to get away with murder. Es obvio que Shonda sabe como trazar un buen personaje femenino. Sus mujeres son poderosas y logran salirse con la suya. Diseñan sus carreras sin estar
a merced de ningún hombre. Son independientes y anteponen sus deseos a los de su
príncipe azul. Veamos, por ejemplo, el caso de la doctora Yang, quién desde los
inicios de la serie deja clarísimo que no quiere tener hijos y quiere
centrarse en su carrera. Esto es el principal obstáculo en su relación con
Owen. Ella no claudica en su decisión y los dos acaban separándose para cumplir los sueños
profesionales de Cristina. Siguiendo con Grey’s Anatomy, en el último episodio
vimos cómo fue el doctor McDreamy quién renunció a su sueño de irse a
Washington para trabajar junto al presidente por quedarse con su esposa y sus
hijos. Meredith se plantó y decidió seguir también sus sueños por encima de los
de su esposo. ¿Y qué podemos decir de Olivia Pope? Su ambición profesional la
lleva a ser la mejor en su campo, la que todos van a buscar cuando están en
problemas. ‘Gladiators in suits’, así son las mujeres de Shonda.
Carrie Mathison, o lo que es
lo mismo, la soberbia interpretación de Claire Danes en Homeland; es, a pesar
de su bipolaridad, la cabeza pensante de la mismísima CIA. Aunque ha sido
retirada de su puesto en varias ocasiones, los grandes jefes de la mayor
agencia de inteligencia de EEUU acaban rindiéndose a sus descubrimientos. Su
juicio se ve momentáneamente nublado con la irrupción del marine Nicholas Brody
en su vida, pero ni sus sentimientos pueden hacer que desvíe la mirada de su
ascenso profesional. Ella no está destinada a estar sentada en una oficina, si
no que es la agente de campo más preparada y eficiente de la CIA.
Las mujeres ya no son personajes secundarios. Ellas pueden llevar todo el peso de una serie y si no, que se lo digan a Alicia Florrick. Ella es el perfecto ejemplo de la mujer que logra renacer de sus cenizas como el fénix y lograr abrirse camino por ella misma en The good wife. El personaje interpretado por la varias veces premiada Julianna Margulies saca a su familia adelante después de ser humillada públicamente por su esposo Peter Florrick. Sus trapos sucios se airean al frente de todo el país, pero ni la deshonra es suficiente para acabar con su reencontrada ambición. En un ambiente totalmente hostil para ella, repleto de jóvenes tiburones dispuestos a todo para conseguir un puesto de trabajo, Alicia logra retomar su abandonada carrera de abogada y valerse por si misma.
Una de las joyas de la adorada Netflix, Orange is the new Black, es uno de los máximos exponentes de la fuerza de la mujer televisiva. Esta serie carcelaria está llena de personajes femeninos que van más allá de su propio destino y luchan por sacar el mejor partido a la situación más adversa. Es difícil destacar a una entre todas las que forman parte de una ficción tan coral, pero está claro que las que empezaron siendo personajes secundarios, por la potencia y fuerza de sus historias, lograron eclipsar a la propia protagonista Piper Chapman. Red Reznikov, Suzanne ‘Crazy Eyes’, o Nicky Nichols (y por supuesto las grandiosas actrices que las interpretan), colapsaron las nominaciones a los Emmy porque son mujeres que, a pesar del desafortunado rumbo que han tomado sus vidas, no se dejan vencer y luchan contra las injusticias que les toca vivir, cada día con más fuerza que el anterior.
Y así, hasta una innumerable
lista de mujeres que se apoderan de nuestras pantallas. Pero ellas no lo
hicieron todo solas, otras mujeres en serie marcaron un antes y un después en el papel de
la fémina liberada: I love Lucy, Ally McBeal, Desperate Housewifes,
Alias y cómo no, la inolvidable Buffy Summers. Todas y cada una de ellas
aportaron algo a las Fiona Goode, Victoria Grayson, Cersei Lannister,
Temperance Brennan o Skyler White del presente.
Las mujeres de nuestra
televisión (y cada vez más las de la vida real también) ya no viven subyugadas
a un hombre. Antes eran madres, amas de casa, secretarias… Ahora nuestras
mujeres trabajan, son independientes, tienen trabajos mejores a los de los
hombres, ocupan cargos de poder… Ya no tenemos nada que envidiar al sexo
masculino. Gran culpa de este cambio de percepción lo tienen estas poderosas
mujeres que vemos en nuestras pantallas. La televisión es un espejo de la
realidad que nos rodea y nos brinda grandes modelos a seguir. Estas mujeres de
ficción no son el futuro, son nuestro mejor presente y, a través de ellas
estamos conociendo algunas de las mejores historias que han pasado por nuestra
televisión.
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